miércoles, 9 de marzo de 2016

Palo Borracho

La mujer en el Palo Borracho








Proyecto «La mujer en el Palo Borracho»


Basado en la leyenda del palo borracho. perfomance + video-arte.

















Ejecutor: micaela rosa
Curador de la muestra:
Sala de exposicion: Parque Lezama. Aire Libre.
Fecha de exposicion: 30 de Noviembre de 2015
Auspicio: SAP, Estimulo de Bellas Artes, UNA.




Breve descripcion

El proyecto esta basado en la leyenda del palo borracho.
Como es una leyenda extensa, hare hincapie en la parte en la cual el personaje principal se amedrenta en el bosque y se «deja morir».
Representare la accion con una perfomance de movimientos lentos, expresivos y meditados, en representacion a la muchacha que esta muriendo. un estilo de danza butoh pero sin llegar a serlo, ya que esta danza es especifica de la post-guerra y sus expresiones vienen de alli.
Esto es otra cosa totalmente distinta, lo unico que une esta leyenda y esa danza es el dolor post guerra.
Contare con algodones que estaran dentro del marco de la proyeccion y algunos colgados del techo, aludiendo a los algodones que nacen del arbol.


Curaduria:
«Crecer a partir del dolor. hacer algodon de las espinas. que la sangre se vuelva flor. que el pasado se vuelva presente. que el mito reviva en el mundo atolondrado y acelerado»








Desarrollo.


Descripcion de la obra

Se proyectara el video sobre una pared blanca, en el marco del video habra algodones.
no habra mas ilunminacion que la del video. el publico estara de frente a la accion.

Ficha Tecnica

Categoria: perfomance + instalacion y video.


Familia de palabras de primera y segunda isntancia.
primera instancia:
abrazos. intimidad. esterior, interior. dia, noche. naturaleza, tecnologia. soledad, pareja. subtes, vida exterior. cultura argentina. cultura nacional. cultura ancestral. naturaleza. leyendas. abrazos de tango. trenes. afecto. imaginario americano. mujer.

segunda instancia:
palo borracho. algodon. pinches. flores. leyenda. dejarse morir. mujer que se transforma en arbol. el abrazo que nunca llega, la mujer que espera. soledad. esperanza. guerra. mujer.


«El mito cuenta una historia sagrada;
relata un acontecimiento que ha tenido lugar en el tiempo primordial,
el tiempo fabuloso de los comienzos.»
Mircea Eliade, El mito del eterno retorno, Emece, Buenos Aires, 2001.

La intencion de este proyecto es revivir las leyendas que hacen a nuestra cultura desde un punto de vista moderno, adaptado a las nuevas tecnologias como lo son el video-arte y la perfomance. El mito y la leyenda, como pude leer en un escritor llamado Mircea Eliade, se «reviven» cuando son transmitidas oralmente con el solo objetivo de que el receptor de este mito o la leyenda este atento y escuche. el mito o leyenda pretende volver a un tiempo sagrado, un tiempo de oro, donde es posible toda curacion o respuesta a preguntas que surgen que tienen que ver con un aspecto primordial en la vida del ser humano.
El objetivo es cortar con la tradicion oral y transformarla en accion.

La obra surgio de un primer proyecto llamado «abrazos» en donde puse en video lo que pasaba por mi cabeza cuando viajaba en los subtes. ver tanta gente tan estresada, cansada y agobiada solo me hacia creer que su unico anhelo era la paz y la tranquilidad que solo el amor les puede dar. Ese amor lo resumi en los abrazos.
de alli la mescolanza del subte y los abrazos.

Al mismo tiempo, por encima de los subtes, estaba la naturaleza.

«La naturaleza,
que pone sobre lo invisible la máscara de lo visible,
es una apariencia corregida por una trasparencia.»

Mircea Eliade, Diario 1945-1969, Ed. Kairos, Barcelona, 2001.



Pense mucho en los palos borrachos, arboles que abundan en la ciudad; en como sus espinas, sus flores y sus algodones convivian todos juntos, en una gran maroma de cosas, como lo es tambien el subte, donde todo esta conviviendo ahi nomas, y las proximidades de las cosas y las vidas de cada uno estan codo a codo. me vi muy interesada por este arbol y comence a filmarlo.

Luego investigue sobre el, sobre sus estaciones, un tiempo donde esta «pelado» (solo hojas), luego vienen los «frutos» que contienen las semillas, que cuando se abren es un espectaculo de algodones, y luego las flores rosadas amarillas o blancas, dependiendo el arbol.

En la layenda no se nombran ni las espinas ni los algodones, sino las flores.
pero dudo que esta protagonista no haya sentido las espinas, ni haya desbordado de amor como se abren los frutos del palo borracho, rebosantes de ternura y suavidad.
Por eso, dare a conocer la mujer que habita en cada palo borracho, que detras del arbol de la ciudad hay una historia de amor.
Eso es lo que deseo mostrar en este proyecto.

En cuanto al video-arte, esta presente «el abrazo» (el mismo utilizado en el trabajo de los subtes) para sintetizar el abrazo que esta mujer nunca pudo darse con su compañero. En trasfondo encontraremos imagenes grabadas de espinas y algodones, pero sobretodo de las flores de este arbol.








ANEXO

Leyenda y origen del Palo Borracho
El palo borracho fue apreciado por los indios de las márgenes del río Pilcomayo porque con su tronco enorme en forma de botellón hacían canoas, bateas y “Cachiveo”, especie de embarcación liviana y resistente; recipientes para la aloja y para amasar la harina. Sirve para yesca, moldes, etcétera. El salteño le llama “yucan”, el guaraní “samohú”, y los tobas le dan el nombre de “copadalick” . Su nombre clásico es “schorissia”, sus flores son rosas, amarillas, blancas o lilas.No se le conocen cualidades curativas, pero su sombra es codiciada por el perímetro que abarcan sus ramajes. Se da en clima cálido y seco, y se tiene entendido que mientras más lejos se encuentra el agua, más desarrolla su tronco. Su pulpa fofa, va almacenando la humedad de la tierra, el rocío que cae en sus ramas y tronco se conserva en la enorme “botella”. Su fruto es una vaina más grande que una nuez y al madurar se abre, brota de él una cantidad de semilla y copos de algodón suave.

Esta leyenda la recogí en la forma que paso a relatar: concurría diariamente a una reunión de indios que en la zona chaqueña, a orillas del Pilcomayo, se efectuaba periódicamente a fin de contratarlos para la zafra tucumana y salteña. Una mañana me dirigía en procura de buena caza donde ejercitar mi puntería, cuando ante un árbol de los llamado Palo Borracho, un grupo, de indígenas realizaba extrañas ceremonias. Tomados de la mano, en círculo, daban vueltas alrededor del árbol en un ritmo acompasado sereno. Una especie de murmullo acompañaba a la danza, mientras sus rostros se levantaban al enfrentar al sol y desafiaban su luz con los ojos bien abiertos. Minutos después abandonaban la extraña ceremonia dirigiéndose al río y lavándose el rostro. Sorprendido indagué sobre el extraño rito; pero ninguno de los que habían participado en él supieron darme noticias. A la tarde, el patrón de una barcaza, criollo que hacía viajes en los puertos de la ribera, me dijo: -Es una costumbre india … Adoran al Palo Borracho … Tiene una leyenda. Los indios le llaman Mujer, o madre nuestra pegada a la tierra. En efecto; la leyenda del palo borracho es una de las más hermosas concepciones de la mente indígena. Contrariamente a lo que cabe suponer por la forma del árbol, el hombre criado en la selva cree que éste representa el cuerpo de una mujer; cuerpo que se va formando en tres períodos de vida: la juventud, en la que el árbol muestra su tronco con la esbeltez, de una doncella; el de la plenitud, en el que el mismo muestra las formas de la mujer en su vigor espiritual y físico, y la vejez, en la que el árbol muestra las formas maduras de la matrona, reposada, que se convierte en “madre nuestra pegada a la tierra” … Pegada a la tierra por la fuerza de un designio.

En los tiempos en que la luna bañaba su precioso disco en las aguas de los grandes ríos aprisionados en la floresta, existía una tribu de indios cuyos hombres eran de un valor, extraordinario, y sus mujeres de mágica hermosura. Una de ellas sobresalía de todas por su exquisita bondad que se unía a sus nobles condiciones para completar un digno marco de atracción y de alabanzas. Muchos guerreros ambicionaban llevarla a su tienda por compañera, y muchas estrellas fueron testigos de las rondas y canciones que le prodigaban al son de instrumentales de sonoros acordes. La joven india, que había rendido las pruebas que se exigían a las mujeres de su tribu llegadas a la pubertad, tenía su elegido en uno de los indios de su pueblo, Era un esbelto guerrero que en más de una ocasión había puesto a prueba su coraje. El amor los fue uniendo hasta que quiso la fatalidad que la tribu se trabara en lucha con otras enemigas. Partió el amante con sus compañeros, no sin antes solicitar de los labios de la amada la fidelidad que guardaría durante su ausencia. Ella le prometió un amor eterno y juré sobre los huesos de sus abuelos que no unirla su cuerpo a otro que no fuera el que había elegido y amado con extraño frenesí. Su espera sería eterna, hasta que las, sombras la arrojaran en medio de la noche y la muerte le diera el sosiego a su espíritu dolorido.

Transcurrieron muchas lunas sin que los guerreros ofrecieran noticias. Cuando la convicción de la muerte se extendió por la tribu, la india, desposeída de su bien amado por el triste designio, escuchó indiferente palabras de amor de bizarros hombres del pueblo. A ninguno hizo caso, porque en su corazón se habla abierto una herida profunda causada por el dolor y que no se restañaría por largo tiempo.
Desesperada se hundió en la selva para dejarse morir en ella. Poco tiempo resistió el peso de la vida su físico debilitado. Una mañana, a la llegada de la primavera, los indios que se dirigían a cazar, la encontraron muerta entre los matorrales. Decidieron llevarla hasta el pueblo; pero, en momentos de cargarla sobre una parihuela, notaron que sus brazos se alargaban en forma de ramas y que su cuerpo se redondeaba tomando, la forma de un árbol de extraña configuración. Su cabeza se doblegó hacia el naciente, sobre el tronco, y de los dedos: empezaron a brotar flores blancas de gran hermosura. Los indios retornaron impresionados a su tribu y allí contaron lo que habían visto. Sólo algunos días después se animaron a volver al lugar donde se hallaba la india muerta, convertida en árbol. Al llegar comprobaron que las flores se habían teñido de un ligero color rosado y que ya no había quedado ningún vestigio, de humanidad. El árbol se levantaba seguro sobre su robusto tronco y su ramaje florecido’, se desparramaba en su graciosa copa.

Termina la leyenda diciendo que las flores blancas son los suspiros de amor y las lágrimas de la india que se tiñen de rosa por la sangre derramada en el campo de batalla, y que las raíces del árbol absorben de la tierra para llevarla a las corolas.



Bibliografia:


Wikipedia
http://www.vocesdelfolklore.com.ar/el-palo-borracho/

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